"Habla, que tu Padre escucha"

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Pablo abre su corazón para orar por los efesios por segunda ocasión. Su oración es específica y profunda, al iglesual que humilde y reverente, pues pide fortaleza en el Espíritu, y que Cristo habite en ellos a fin de comprender más allá el amor de Cristo.

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Efesios 3:14–19 LBLA
Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra, que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior; de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones; y que arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.

Introducción

¿A alguno de ustedes les ha pasado que están hablando por teléfono y pasan por un lugar donde la señal es muy mala y se les corta la llamada?
Creo que todos hemos batallado con la señal del teléfono. Cuando más necesitamos realizar una llamada, el celular se queda sin batería, o se le va la señal. O, cuando todo eso funciona, nos quedamos sin saldo.
¿Alguno de ustedes ha batallado con el Internet cuando está en una reunión importante, o mientras está hablando con alguien?
A todos nos ha pasado, y más ahora que todas las comunicaciones están siendo realizadas a través de una pantalla de celular, o una tablet, o incluso por la televisión. Pero, cuando más entretenida está la plática, el Internet falla y se pierde la conexión. A pesar de que ya tenemos 5G, fibra óptica, el Internet y la señal celular siempre van a fallarnos, y no podremos comunicarnos con nuestros seres queridos, o con gente importante.
Sin embargo, eso no sucede entre Dios y nosotros. Hebreos 1.1-2 nos dice que “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo”. A lo largo de la historia, nuestro Dios ha querido revelarse a nosotros, a través de gente, a través de Su Palabra, y a través de Su Hijo. Tenemos un Dios relacional, que ama y anhela relacionarse con Sus criaturas.
Pero Dios no solamente nos ha hablado claramente a través de la Biblia y de Jesucristo, sino que también ÉL tiene un Gran Oído que está atento en cualquier momento, en todos lugares, sin la limitación de señal o del Internet, o saldo. “Habla, que tu Padre escucha”. Su Oído está continuamente abierto para escuchar a Sus hijos hablarle. Y Pablo entendía eso perfectamente. Si leemos las cartas de Pablo y el libro de los Hechos, encontraremos muchos pasajes que nos muestran la estrecha e íntima relación entre Pablo y su Dios.
Y en esta mañana, a través del pasaje que leímos de Efesios 3.14-19, mi intención es animarlos y exhortarles, mis hermanos, a que si no tienen una vida de oración, salgan de este lugar anhelando tener un tiempo a solas con Dios para hablar con Él. Pero si tú ya tienes una vida de oración, espero demostrarte a través de la Biblia la profundidad que tus oraciones y mis oraciones pueden tener.
“Habla, que tu Padre escucha”. Eso es lo que Dios nos quiere enseñarte en esta mañana. “Habla, que tu Padre escucha”. Eso es lo que tú y yo necesitamos aprender y recordar día con día. “Habla que tu Padre escucha”. Eso es lo que vamos a ver a través de esta oración de Pablo. Y existen dos enseñanzas principales en Ef. 3.14-19:
Habla, que tu Padre escucha (14-15)
Pide, que tu Padre escucha (16-19)

Habla, que tu Padre escucha (v.14-15)

Efesios 3:14–15 LBLA
Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra,
Pablo comienza su oración diciendo: “Por esta causa”. Hace tiempo, cuando estudiamos Ef. 3.1-13 vimos que Pablo comienza de la misma manera, pero hace un extenso paréntesis de Ef. 3.2-13. Aquí Pablo vuelve a retomar la idea que fue formando desde el Ef. 2.17-22. Hablando acerca de cómo los gentiles también eran parte del pueblo de Dios, Pablo dice:
Efesios 2:20–22 LBLA
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Efesios 3:14 LBLA
Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Pablo no está perdiendo de vista lo que venía hablando. Él está diciendo que la maravillosa unión entre estos dos pueblos totalmente distintos, es la razón por la que él ora a Dios. Así como en Ef.1.3, que Pablo explota en alabanza a Dios al contemplar todas las bendiciones que él tenía en Cristo, de la misma manera él “dobla (sus) rodillas ante el Padre” (Ef.3.14). La oración genuina y profunda de un cristiano, brota de su contemplación de las obras de su Dios. Mientras más conozcamos, sepamos y contemplemos a Dios y lo que Él ha hecho, más pasaremos en Su presencia.
¿Por qué entonces nos cuesta tanto orar a Dios?
Tuve que hacer un pausa en este punto, mis hermanos. Porque tuve que confesar al Señor que no paso el tiempo que podría en oración con Él. Mayormente en este mes que tuve que estar en confinamiento con mi familia, me pude dar cuenta de que realmente no oramos porque no tenemos tiempo. No, mis hermanos. La dolorosa realidad es que no queremos pasar tiempo con Dios. Siempre encontramos otras cosas que hacer, que detenernos un rato, y hablar con nuestro Salvador.
¿Cuántas malas decisiones habríamos evitado si tan solo hubiéramos pasado más tiempo con el Señor?
¿Cuántas series o películas, o tiempo en Facebook pudimos haber cambiado para estar a solas con Dios?
Oh, mis hermanos, aprendamos de Pablo. Observemos cómo el no dejaba pasar un instante sin orar, por su ministerio, por su vida, por sus hermanos los efesios. Cuando Pablo dice “doblo mis rodillas” no meramente está refiriéndose a una posición física obligatoria para orar. De hecho, los judíos acostumbraban a orar de pie, o mientras caminaban. Pero cuando llegaban a estar de rodillas, significaba un grado muy alto de reverencia y honor. Por ejemplo, cuando Jesús oró en el Getsemaní la Biblia nos dice que estaba rostro en tierra. De este modo, orar de rodillas era algo que expresaba una devoción a Dios. Como un comentarista dijo: “La oración de rodillas expresa la humildad de quien está orando, y manifiesta adoración ante Aquel a quien se dirige la oración.” (Samuel Pérez Millos, 225)
¿Ante Quién es que Pablo está orando?
Ante el Padre (de nuestro Señor Jesucristo)”. Es interesante que Pablo usa la palabra “padre” diez veces en la carta a los Efesios, y ocho de esas ocasiones se refiere a Dios como “Padre”. Esto es muy importante de enfatizar por varias razones:
Nos dirigimos a la Primera Persona de la Trinidad. La Biblia registra muchas oraciones de gente rogando ayuda, dirección, protección o sabiduría a Dios. Sin embargo, en ninguna de esas ocasiones se muestra a la gente orando a otra Persona de la Trinidad. No vemos a gente orando al Hijo, después de Su ascensión; ni mucho menos oraban al Espíritu Santo pidiéndole algo a Él. Nuestro Señor Jesucristo nos enseño a orar (Mt.6, lo cual espero ver pronto), y en esa oración se dirige al Padre.
Nos dirigimos al Padre como Sus hijos a través de Cristo. Ya Pablo había dicho en Ef.2.19 que los efesios habían sido hechos “miembros de la familia de Dios”. Jn.1.12 nos dice que los creen en Jesucristo tienen la “autoridad de ser hechos hijos de Dios”. Pablo en Ro.8.14-17 nos dice que ahora como hijos tenemos comunión con Él.
Romanos 8:14–17 LBLA
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con El.
3. Nos dirigimos al Padre de todos los cristianos. Notemos que dice en Ef.3.15de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra”. Este versículo a veces es usado para hablar acerca de la universalidad de la Paternidad de Dios. Es decir, que Dios es Padre de todo ser humano. Pero la Biblia es clara en decir es Padre únicamente de los creyentes. Dios envió a Jesucristo a morir únicamente por Sus hijos, por Sus ovejas. De modo que este versículo no enseña tal cosa de la Paternidad Universal. “toda familia en los cielos y la tierra” se refiere a todos los cristianos de la historia, tanto los vivos (en la tierra) como los que ya están muertos (en los cielos).
Pero antes de pasar al siguiente punto, quiero enfatizar algo. Pablo nos quiere enseñar que no debemos ver la oración como un deber, o una obligación. Sino como un privilegio. ¿Recuerdan Ef. 2.18? “porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.” Antes por nuestro pecado no podríamos siquiera imaginar estar cerca de Dios sin recibir Su ira y castigo. Pero ahora, a través de Cristo y Su obra en la cruz tú y yo podemos presentarnos confiadamente al trono de la gracia (He.4.16). Como el reformador alemán Martín Lutero dijo:
Así como la ocupación de los sastres es hacer ropa, y la de los zapateros es reparar zapatos, de igual manera, la ocupación de los cristianos es orar.
¡Habla, que tu Padre escucha! Tienes esa enorme bendición. No la desaproveches.
Pero ¿qué debemos decir cuando nos acercamos al Padre?
Pablo responde esa pregunta en los versículos Ef. 3.16-19: Pide, que tu Padre escucha.
[Enseñar los audífonos] Quizá los jóvenes van a saber más que es esto, que los adultos. Pero estos son headset, y comúnmente lo usan los que juegan video juegos. Tienen la función de aislar el ruido externo que pueda haber, y enfocar el sonido del juego y de tus compañeros con los que estás jugando. Contiene también un micrófono para que no solo escuches a tu equipo, sino también puedes comunicarte con ellos, y que ellos te escuchen. Ya saben a donde quiero llegar.
La oración funciona como este headset, por medio del cual podemos comunicarnos con nuestro Padre, tanto hablar con Él como oír Su respuesta. Pablo sabía perfectamente que Dios lo escucharía en su oración, que se acerca a Su Padre para pedirle. La relación de Pablo con Dios en sus oraciones eran como las de un niño de 3 años que se acerca con su papá para pedirle lo que necesita, o lo que desea. Y en esta intimidad entre Pablo y su Padre, es que él pide por los efesios cuatro cosas. Pablo ora a Dios por los creyentes Cuatro “C”: Competencia, Crecimiento, Conocimiento y Cenit.

Competencia (16-17a)

Efesios 3:16–17 LBLA
que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior; de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones; y que arraigados y cimentados en amor,
La primera “C” que veremos es “Competencia”. Si bien, Pablo no está negando que el Espíritu Santo mora en los efesios, pues ya vimos en Ef.1.13 que el Espíritu viene como un Sello en el momento de la conversión. ¿Quieres saber la evidencia de un verdadero cristiano? Mira su vida. El Espíritu Santo trae fruto de salvación en el creyente. Pero Pablo aquí no está hablando de eso. Lo que Pablo pide a Dios es que los efesios sean investidos del poder del Espíritu Santo “en el hombre interior”.
Este poder no tiene que ver con algo místico, como si recibiéramos una especie de energía sobrenatural y hagamos maravillas. No. Lo que quiere decirnos Pablo con “ser fortalecidos con poder por su Espíritu” es que el Espíritu Santo le capacite y dote de la fuerza para poder vivir para la gloria de Dios.
Juan 14:16 LBLA
Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre;
La palabra que Jesús usa para referirse al Espíritu Santo es παράκλητος. Literalmente esta palabra significa “El que llama junto”. Tiene la idea de alguien que te llama a estar a su lado, dándote esa persona la capacidad de realizar una tarea. Cuando Jesús dijo que el Espíritu Santo es el παράκλητος, está diciendo que Él será quien nos hará vivir y hacer lo que Dios ordena que hagamos.
De ahí que en Ef.3.16 dice que es el Espíritu Santo el que fortalece “al hombre interior”. Esta expresión no tiene nada que ver con lo que la psicología entiende como el “Yo”. Pablo utiliza la misma expresión en 2 Co. 4.16-18
2 Corintios 4:16–18 LBLA
Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Pablo mismo esta pidiendo porque los efesios sean fortalecidos para poder enfrentar las luchas con victoria.
¿A quién recurres cuando estás siendo tentado?
¿Tu vida puede dar evidencia de que el Espíritu Santo ha hecho algo en tu vida?
Como alguien dijo: “Si Dios quitara el Espíritu Santo de este mundo, la mayoría de lo que los creyentes hacen seguiría adelante, ¡y nadie notaría la diferencia!” Parecería una exageración, pero realmente pasa.
¿Habría diferencia en ti?

Crecimiento (17b)

Efesios 3:17 LBLA
de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones; y que arraigados y cimentados en amor,
La segunda “C” que veremos es Crecimiento.
¿Quién de aquí no se preocuparía si su hijo de 10 años mide menos de 1m de estatura?
¿Cuánto has crecido en la fe desde la semana pasada? ¿Desde el mes pasado? ¿Hace un año?
De igual manera, mis hermanos, que nos preocuparía que un niño no crece mientras pasan los años, así debería preocuparnos por nuestro crecimiento espiritual. Pero me sorprende escuchar a tantos “cristianos” que llevando años en el evangelio, siguen demostrando la misma inmadurez que tenían desde que “se convirtieron”. Pero Pablo nos enseña que lo natural, lo saludable es que el cuerpo de Cristo crezca, porque es Dios quien le está dando el crecimiento. Para describir este crecimiento, Pablo utiliza tres verbos, el primero en infinitivo, y los otros dos en participio.

Habitar

Este verbo se encuentra en infinitivo, y significa vivir, establecerse.Tiene la idea de alguien que se siente como en casa en un lugar, y que se queda allí. Es como si viniera alguien aquí a la iglesia y que no tiene planes de irse en ningún momento. No como nosotros que venimos y nos vamos. Este personaje se queda aquí a vivir completamente como en casa. Bueno, eso es lo que Pablo le pide a Dios: “que Cristo habite y permanezca en vuestros corazones”. Pero OJO. Pablo no está sugiriendo que Jesús no habitaba en los efesios, ya que se refiere a ellos como “santos” (Ef.1.2). Lo que Pablo esta pidiendo es que en cada momento, en cada aspecto de la vida del creyente “Cristo habite por la fe”. Se refiere a una sumisión a a Su gobierno y dirección. En palabras de Pablo mismo en Gálatas 2.20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, sino que vive Él en mí”.

Arraigado

Esta palabra me llama mucho la atención, pues Pablo utiliza la metáfora del árbol para describir la estabilidad del creyente. Un árbol es capaz de soportar hasta un huracán si sus raíces están profundas. Pablo aquí esta recordando lo que el salmista escribió en el Salmo 1.1-3
Salmo 1:1–3 LBLA
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche! Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera.
Aquí al creyente se le compara con un árbol que da fruto, y que crece junto a la corriente de agua. Es únicamente cuando estamos plantados junto al Agua Viva, que es Cristo, que nuestra vida traerá fruto.
¿De dónde estás sacando tu alimento y estabilidad?
Oh, mi hermano, si el día de hoy el Señor te está mostrando que Él no es el sustento en tu vida, arrepiéntete y regresa a tu Fuente. Crece arraigado de Cristo.

Cimentado

Otra metáfora que Pablo usa es la de un edificio. Ésta está basada en la arquitectura, y se refiere a los cimientos sobre los cuales edificamos nuestra vida. Muchos cristianos, hoy día, no tienen bien establecidos sus fundamentos, y cuando pasan por pruebas o crisis, se derrumban. El Covid, mis hermanos, ha venido a ser ese huracán que azota nuestras vidas. Muchos hombres y mujeres, a la verdad, perdieron la esperanza cuando la pandemia llegó a nuestro país. Muchos comenzaron preocuparse y hasta alejarse porque sus fundamentos no estaban bien cimentados. Pero vayamos a un aspecto diferente.
¿Sobre qué estás construyendo tu vida?
¿Tu matrimonio sobre qué esta cimentado?
¿Tu felicidad en qué radica? ¿En que tienes todo lo necesario para vivir? ¿En que tienes una familia, una casa, o un trabajo?
¿Qué es lo que realmente le da sentido a tu vida?
Si no es Jesucristo y Su evangelio, mi amigo, tarde o temprano todo eso se va a derrumbar, y no tendrás nada que te cubra de la lluvia. Y si tú, hermano o hermana, que ya has creído en Cristo, estás construyendo tu vida sobre algo que no es el evangelio, (no soy profeta, ni hijo de profeta pero) ten por seguro que Dios va a derribar esa construcción para que vuelvas a edificarla, pero ahora “sobre el fundamento de los profetas y apóstoles”: El Evangelio (Ef. 2.20).

Conocimiento (18-19a)

Tercera “C”: Conocimiento.
Efesios 3:18–19 LBLA
seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.
Un maestro del seminario escribió en un libro lo siguiente:
Los cristianos deben darse cuenta que, así como el fuego no puede arder sin combustible, los corazones ardientes (en la oración) tampoco pueden ser encendidos por mentes ignorantes. (Donald Whitney, Disciplinas Espirituales para la vida cristiana, 300)
Es triste, mis hermanos, pero cierto. La mayoría de los cristianos se conforman con lo poco que pueden llegar a aprender en los sermones los domingos, sin interesarse por conocer más acerca de Quien se habló en la predicación. No saben la cantidad de veces que he escuchado a cristianos decir que “lo que más importa es la vida cristiana práctica, no el estudio de teología”. Pero, no es lo que Pablo está señalando aquí. Su oración tiene un interés mayor a solo un vago conocimiento.
La palabra comprender que Pablo utiliza significa “apropiarse de algo”. Con esto, él quiere decir que,
“El hombre interior (que) se fortalece en el poder del Espíritu (va) adquiriendo capacidad de comprensión o de conocimiento… No es posible (tener) fe sin amor, y no es posible (tener) fe y amor, sin conocimiento, de ahí que éste (conocimiento) va fortalecido en la fe y en el amor, por medio del Espíritu.” (Samuel Pérez Millos, Efesios, 234-235)
Dicho de otra manera, no es posible que crezcamos en fe y amor por Dios y por nuestros hermanos, si primero no crecemos en conocimiento de Dios. Para saber cómo adorar a Dios, es necesario conocer al Dios que adoramos. Para poder obedecer a Dios, es necesario conocer Su carácter para hacerlo. Pablo lo dijo en Ef. 4.1 (que Dios mediante lo veremos en unas semanas):
Efesios 4:1 LBLA
Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados,
Es imposible vivir de acuerdo al llamado que Dios nos ha dado, si primero no conocemos ese llamado. Si no sabemos ni entendemos nuestra posición en Cristo, no podremos vivir de acuerdo a esa realidad. Es necesario que tú y yo crezcamos en conocimiento. Y eso, mis hermanos, no sucede con solo escuchar 30 min una prédica a la semana. Se necesita más.
¿Cuándo fue el último estudio bíblico que tuviste?
¿Cuál fue el último libro de teología que leíste?
¿Cuándo fue la última vez que escuchaste una conferencia?
Necesitamos crecer en conocimiento, mis hermanos. Necesitamos conocer más al Dios que decimos y cantamos que “venimos a adorar”. Pero lo que también me llama la atención del versículo de Ef.3.18 es que dice que debemos crecer “con todos los santos”. Y esto, mis hermanos cómo ha provocado mucho conflicto.
Iglesia UNIFAM Izcalli, cuán necesario es que seamos parte de una iglesia local. En verdad, ningún cristiano podrá crecer como es debido sin la ayuda de otros cristianos que están creciendo, y le ayudan a crecer. Espero que Dios nos permita llegar a Efesios 4.11-12 para poder estudiarlo más a fondo, pero ahí Pablo está diciendo que Jesús estableció a los pastores y a los maestros hacer crecer a la iglesia.
Efesios 4:11–13 LBLA
Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Mientras más pases con tus hermanos en la fe, más podrás conocer a Dios a través de ellos. Somos imperfecto, todos los sabemos. Todos tenemos pecados con los que seguimos luchando, actitudes y estilos de vida que deben ser quitados, pero a pesar de eso, Dios ha establecido que la Iglesia crecerá a través de Su iglesia, por medio de Su Espíritu.
¿Quieres conocer toda la magnitud del amor de Cristo?
Voltea a ver al que está a tu lado. Observa cómo alguien igualmente pecador que tú ha sido rescatado de su pecado, al igual que tú, y está creciendo en fe y amor, al igual que tú. Mira a tu hermano, y piensa en que sus dones y fortalezas fueron dadas por Dios para fortalecer tus debilidades y ayudarte a luchar contra tu pecado. Pero también piensa que tus dones y fortalezas son para animar y fortalecer las debilidades y luchas de tu hermano. Todos nos necesitamos, porque somos un cuerpo.

Cenit (19b)

Efesios 3:19 LBLA
y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.
Voy a pedirles que me regalen unos minutos más para hablar de nuestra cuarta “C”, que es Cenit. Esta palabra quizá algunos no la conozca, pero significa “el punto más alto que se pueda ver”.
¿Por qué usar esta palabra como una de las peticiones de Pablo?
Porque Pablo pide a Dios que los efesios que sean “llenos de toda la plenitud de Dios”. Me gusta cómo lo tradujo la LBLA: “ para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios”. Esta versión añade, acertadamente, “hasta la medida de”, para recalcar la meta gloriosa que todo cristiano debe aspirar. Existen al menos dos aspectos que quiero recalcar, rápidamente sobre éste punto de la “plenitud de Dios”.
Se refiere a un proceso continuo que culminará cuando Cristo venga por Su Iglesia. Mientras nos encontremos en este cuerpo vendido al pecado (Ro.7.14), será imposible llegar conformarnos completamente a la voluntad de Dios. Sin embargo, en 2 Corintios 3.18 Pablo enseña que “nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.” Cada día estamos siendo transformados y moldeados a la imagen de Cristo.
Se refiere a un proceso que jamás terminará, aún en la eternidad. Somos seres finitos, que aunque seamos transformados y glorificados, jamás dejaremos de ser criaturas. Seremos transformados a la imagen de Dios, pero jamás seremos Dios. De esta manera, será imposible que como creyentes, seres humanos, comprendamos y experimentemos completamente la Plenitud de la Deidad. Traten de meter un océano en un vaso de agua. Será imposible. Pero a pesar de lo imposible que esto sea, el vaso jamás estará vacío. Así seremos tú y yo. Simples vaso de barro contemplando la gloria de Dios.
Pero repito, esto será compresión total del amor de Dios será y es imposible para hacerse por nosotros. Pero Dios es aún mayor y grandioso.
Efesios 3:20 LBLA
Y a aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros,
¿Qué vas a hacer ahora que tienes una esperanza y una meta?
¿Vas a luchar por ella hasta alcanzarla?
¿O te quedarás conformándote con poco, cuando en Cristo hay una gran cantidad de bendiciones?
Recuerda, Pide, que tu Padre te escucha.

Aplicación

Quiero dejar contigo algunos principios prácticos para tu vida, después de todo lo que aprendimos hoy.

Ora

Tienes un enorme privilegio de tener a Dios disponible para escucharte cuando lo busques. Así que busca un tiempo para hacerlo.
Apaga un rato Netflix. Cierra Facebook por un momento. Apaga Tu videojuego. Cierra tu computadora unos instantes y Habla, que tu Padre escucha. Así como organizas tu tiempo para hacer tus planes de salir, así organízate para tener una cita con tu Padre. Habla, que tu Padre Escucha.

Pide

Ninguno de nosotros tiene toda la vida asegurada ni controlada. Somos seres humanos creados para estar necesitados. Pero la ENORME NOTICIA es que Dios está lleno de bendiciones disponibles para ti, si solo te acercas a Él y se lo pides.
Pide por tu vida espiritual. Necesitas crecer, cimentarte y arraigarte más en la Palabra. Pídele a Dios que despierte en ti un hambre y una sed por meditar en Su Palabra. Pero TOMA LA INICIATIVA. Atrás tenemos Biblias que están disponibles para ti. No te conformes con que en la pantalla se van a pasar los versículos, USA TU BIBLIA.
Pide por la vida espiritual de tus hermanos. Acércate a uno de los miembros de esta iglesia y pregúntale cómo puedes orar por ellos. Háblales durante la semana. Si puedes visitarlos, hazlo. Pero no te aísles de tus hermanos. Búscalos. Lean juntos la Biblia. Lean un buen libro de teología (nosotros podemos recomendarte unos). Pon en práctica tus dones para beneficio de tus hermanos. No estás solo

Conoce

Traje conmigo una pequeña tabla con un pequeño calendario. En la parte izquierda están los días del mes por número (1-30), y del lado derecho unas columnas con los salmos. Lo que te invito que hagas es que, en tu tiempo de oración, tomes esa lista y escojas un salmo y comiences a leerlo. Por ejemplo, hoy día trece del mes, puedes leer Salmo 13, Salmo 43, Salmo 73, Salmo 103, o Salmo 133.
Mientras lo lees, pide en oración lo que ese salmo dice. Si el salmo habla acerca de liberación de una angustia, pídele a Dios que te libre de una angustia que tengas, y dísela. O si el salmo habla sobre un pecado, pídele perdón a Dios por ello.
Así te irás formando un hábito de lectura, oración y estudio de la Biblia.
Pero tú amigo o amiga que estás escuchando todo esto. Bien puedes puedes ponerlo en práctica también, sin embargo, de nada servirá cuando te presentes ante Dios en el juicio por tu alma. Puedes leer la Biblia, puedes pedirle a Dios lo que quieras, pero si no te arrepientes de tus pecados y confías en Jesucristo, lo único que Dios escuchará de ti serán tus gritos de dolor desde el infierno.
¿Qué estás esperando?
Ven a Cristo. Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. Ven a Cristo. Habla, que Dios está escuchándote. Pídele perdón, que Él escucha. Pero ven a Cristo primero.
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